Como alguien dijo una vez, ¡es imposible explorar el valle de la Dordoña sin visitar Rocamadour!
La ciudad sagrada es vertical y majestuosa, ya que se aferra al acantilado frente al arroyo Alzou. Además de ser un lugar medieval, patrimonio de la UNESCO, con un santuario activo que atrae a multitudes religiosas, la ciudad se encuentra en uno de los Caminos de Santiago. La consecuencia es que más de 2 millones de visitantes llegan a Rocamadour cada año: a pie, en coche, en bicicleta y, por supuesto, en autobús.
Para ellos, y para todos los residentes, encontrar una plaza de aparcamiento era todo un reto hasta que el ayuntamiento recurrió a HUB Parking Technology France para automatizar sus zonas de aparcamiento, ofreciendo el mejor servicio tanto a los usuarios transeúntes como a los conductores habituales.
El gran volumen de visitantes solía congestionar las vías de acceso a la parte alta de la ciudad, especialmente en el periodo de abril a octubre. El municipio de Rocamadour decidió mejorar los lotes y convertirlos en aparcamientos de pago, para invertir los ingresos en el (alto) mantenimiento del sitio histórico y religioso.
Los coches y autobuses pueden ahora aparcar en las 5 zonas equipadas situadas al pie de la roca, todas ellas cerradas con barreras magnéticas y que cumplen plenamente las restricciones medioambientales impuestas por la reserva de la biosfera del geoparque de Dordoña. Todos los aparcamientos están supervisados por el software de gestión JMS y el mantenimiento corre a cargo del socio de FAAC Francia, Briv' Securit.
No se pierda nuestro estudio de caso sobre Rocamadour.